lunes, 28 de mayo de 2012

La Verdad, que tenga Título... - Reformulado



-                                                                                   (Observo que la gente quiere algo que no está.)


Voy a crear una fruta, cada una de sus milimétricas capas de textura. Voy a dibujar planos con sus poros, y la leve diferencia entre el color de la fruta y del jugo. La fruta va a ser más naranja, el jugo más rosa, la piel exprimida más blanca. Los poros van a ser circulares, los círculos delimitados por pequeños circulitos que hagan pensar en la lengua que secreta por esa idea de la fruta.

Cuando comamos la fruta 

la fruta va a ser lengua 

y la lengua va a ser fruta 

y los gustos itinerantes 

van a deambular variando con los roces de los círculos, 

y la mente va a ser gusto 

y el gusto fruta.

Me voy a divertir encontrando las estructuras dinámicas, sus movimientos,

va a tirar gotitas a determinados estímulos como los cítricos

va a intercambiar como los toboganes.

Y en una plaza vamos a hacer de ella una ensalada, unos jugos. Le voy a decir a cada uno que traiga su fruta y nos vamos a olvidar de las palabras.


Igual presiento que algunos van a recrear las palabras, algunos van a mirar la fruta, y algunos van a querer los planos de la fruta que la fruta sobrecreció.La conciencia de la fruta va a inundar nuestros cuerpos, salir por nuestros oídos. 


Si nuestros quereres fueran cuerpos de pronto estaríamos rodando entre las multitudes múltiples de fruta.


Pero no son. Y ahora, 
la angustia de la fruta. 


Van a patentar unas cápsulas con algo de la cáscara de la fruta, y ahora mucha gente tiene plata, otra no... y no me acuerdo si la pasamos bien en esta parte; y no me acuerdo por qué te estaba contando esto...


- Mm