jueves, 11 de diciembre de 2014

hablandando
como un masaje por la espalda
en el lugar
la espalda almohadosa
como comisuras
se acomoda entre frazadas
como un mate
como despertarse bajo los ojos cerrados y no querer levantar
placer mudo o en un mullido
un murmullo
arroyos
los ojos húmedos
los labios se relamen
la garganta ronronea

domingo, 21 de septiembre de 2014

Niebla


Curioso cómo algunas letras me drenan, por el iris se me van las palabras y aparece, apática, una cuadrícula; las tuyas no, me hacen cosquillas en la comisura de los labios, mis ojos se regodean en la humedad de sus cuencas, surgen pequeñas selvas de frases, entre una niebla /mist de mística/. Lejos, vemos un desierto de miles de cactus que son caseros en sus pequeñas macetitas, creamos eso, un gato desperezándose y un aguayo, cosas que a otras edades odiamos decir, que nos enrollan la lengua, ahora estamos cómodos, como cargar cosas extrañas en la calle, como callar cosas extrañas, haciendo nuestro momento cálido dentro, deseo de crear lo humilde, lo tierno, una mediasonrisa de costado, es mejor, si te tiembla la garganta, esos lagos épicos que se aprecian al horizonte, esos conceptos que se persiguen en constante vértigo son ahora una postal, una estética, y seguimos caminando.


martes, 15 de abril de 2014

Dísplido.

-Antílopes lamen gargantas.-

-- Me llamaste. Me llamaste tan fuerte que me agujereaste la oreja.

- Antílopes recorren ventanas.-

-- Creaste el humo en la ciudad, transformaste la mugre de los vidrios oscuros en espejos, levantaste nuevas texturas para tu piel.

- Antes los peores eran pilares. -

Rajá. Te digo. Y me encanta. Tus ojos se parten como vidrio por el frío.

-- Me llamaste, con la fuerza de toda mi vida. Cuando me di vuelta esta se cayó entre los autos y los autómatas.

Silencio. Viento entremedio.
Antes sucumbe, ahora reverdece.

Cumbres.              
Que te caigas.

Que te caigas mil.