- (Observo que la gente quiere algo que no está.)
Voy a crear una fruta, cada una de sus milimétricas capas de textura. Voy a dibujar planos con sus poros, y la leve diferencia entre el color de la fruta y del jugo. La fruta va a ser más naranja, el jugo más rosa, la piel exprimida más blanca. Los poros van a ser circulares, los círculos delimitados por pequeños circulitos que hagan pensar en la lengua que secreta por esa idea de la fruta.
Cuando comamos la fruta
la fruta va a ser lengua
y la lengua va a ser fruta
y los gustos itinerantes
van a deambular variando con los roces de los círculos,
y la mente va a ser gusto
y el gusto fruta.
Me voy a divertir encontrando las estructuras dinámicas, sus movimientos,
va a tirar gotitas a determinados estímulos como los cítricos
va a intercambiar como los toboganes.
Igual presiento que algunos van a recrear las palabras, algunos van a mirar la fruta, y algunos van a querer los planos de la fruta que la fruta sobrecreció.La conciencia de la fruta va a inundar nuestros cuerpos, salir por nuestros oídos.
Si nuestros quereres fueran cuerpos de pronto estaríamos rodando entre las multitudes múltiples de fruta.
Pero no son. Y ahora,
la angustia de la fruta.
Van a patentar unas cápsulas con algo de la cáscara de la fruta, y ahora mucha gente tiene plata, otra no... y no me acuerdo si la pasamos bien en esta parte; y no me acuerdo por qué te estaba contando esto...
- Mm