-Antílopes lamen gargantas.-
-- Me llamaste. Me llamaste tan fuerte que me agujereaste la oreja.
- Antílopes recorren ventanas.-
-- Creaste el humo en la ciudad, transformaste la mugre de los vidrios oscuros en espejos, levantaste nuevas texturas para tu piel.
- Antes los peores eran pilares. -
Rajá. Te digo. Y me encanta. Tus ojos se parten como vidrio por el frío.
-- Me llamaste, con la fuerza de toda mi vida. Cuando me di vuelta esta se cayó entre los autos y los autómatas.
Silencio. Viento entremedio.
Antes sucumbe, ahora reverdece.
Cumbres.
Que te caigas.
Que te caigas mil.